22 septiembre 2016
La Procuraduría General de Justicia logró que un juez sentenciara a 33 años y cinco meses de prisión a uno de los anarquistas que vandalizó la Ciudad de México (CDMX).
El juez 32 Penal del Reclusorio Preventivo Sur encontró culpable a Luis Fernando Sotelo de los delitos de ataques a las vías de comunicación, la paz pública y daño a la propiedad, luego de que la PGJ acreditó su responsabilidad en el incendio de una unidad del Metrobús y a la estación Ciudad Universitaria de la Línea 1, el miércoles 5 de noviembre de 2014.
Además le fijaron una multa de 519 mil 815 pesos y deberá pagar 5 millones 461 mil 559 pesos por los daños en la parada y el costo de la unidad afectada, que ascienden a 2 millones 566 mil 219 pesos; es decir, 8 millones 547 mil 593 pesos en total.
El sujeto, primer sentenciado por los actos vandálicos en la CDMX, fue detenido el 5 de noviembre de 2014 con 36 bombas molotov —algunas de ellas guardadas dentro de una hielera—, 20 cohetones, 57 mechas, un garrafón con 20 litros de gasolina, algunos petardos —hechos con pólvora, tornillos, pedazos de metal y cinta de aislar—, así como latas de aerosol envueltas con cinta industrial.
Sotelo Zambrano, de 22 años al momento de su detención, dijo ser estudiante de la preparatoria abierta, se dedicaba a vender dulces y gelatinas en las instalaciones de la Preparatoria número 7.
El día de los hechos, el detenido, junto a Sergio Pérez Landeros, de 33 años, y José Luis Sánchez Pérez, de 23, implementó el bloqueo de la Avenida Insurgentes Sur, a la altura del Estadio Olímpico Universitario.
Posteriormente, al abordar la unidad, llegaron hasta el cruce de Insurgentes y Periférico, frente al centro comercial Perisur, bajo el argumento de protestar contra los hechos que dieron lugar a la desaparición de 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, en Michoacán.
Los pasajeros y el conductor del medio de transporte abandonaron el mismo cuando se dieron cuenta de la actitud de las casi dos decenas de encapuchados.
Tras hacerse del control de la unidad, alrededor de las 19:00 horas comenzaron a lanzar bombas molotov a bordo de la unidad con número de identificación 323, mismas que distribuían al interior de éste para luego, desde fuera, lanzar más a la zona baja del camión articulado.
El conductor en aquel momento no pudo impedir la toma de la unidad, pues no contaba con los elementos de seguridad ni protección necesarios para tal efecto, por lo que dio cuenta a las autoridades.
Entonces, el Cuerpo de Bomberos de la UNAM acudió a tratar de sofocar el fuego, pero fueron impedidos por los encapuchados que habían iniciado el siniestro.
Minutos después de este altercado, elementos de la Policía capitalina hicieron acto de presencia para resguardar la zona e impedir mayores afectaciones.
La estación fue reparada en seis días, las autoridades previeron originalmente un tiempo de rehabilitación de un mes entero, con lo cual se afectó a miles de usuarios de la Línea 1.
(Tomado de http://www.razon.com.mx/spip.php?article322370 )
La Procuraduría General de Justicia logró que un juez sentenciara a 33 años y cinco meses de prisión a uno de los anarquistas que vandalizó la Ciudad de México (CDMX).
El juez 32 Penal del Reclusorio Preventivo Sur encontró culpable a Luis Fernando Sotelo de los delitos de ataques a las vías de comunicación, la paz pública y daño a la propiedad, luego de que la PGJ acreditó su responsabilidad en el incendio de una unidad del Metrobús y a la estación Ciudad Universitaria de la Línea 1, el miércoles 5 de noviembre de 2014.
Además le fijaron una multa de 519 mil 815 pesos y deberá pagar 5 millones 461 mil 559 pesos por los daños en la parada y el costo de la unidad afectada, que ascienden a 2 millones 566 mil 219 pesos; es decir, 8 millones 547 mil 593 pesos en total.
El sujeto, primer sentenciado por los actos vandálicos en la CDMX, fue detenido el 5 de noviembre de 2014 con 36 bombas molotov —algunas de ellas guardadas dentro de una hielera—, 20 cohetones, 57 mechas, un garrafón con 20 litros de gasolina, algunos petardos —hechos con pólvora, tornillos, pedazos de metal y cinta de aislar—, así como latas de aerosol envueltas con cinta industrial.
Sotelo Zambrano, de 22 años al momento de su detención, dijo ser estudiante de la preparatoria abierta, se dedicaba a vender dulces y gelatinas en las instalaciones de la Preparatoria número 7.
El día de los hechos, el detenido, junto a Sergio Pérez Landeros, de 33 años, y José Luis Sánchez Pérez, de 23, implementó el bloqueo de la Avenida Insurgentes Sur, a la altura del Estadio Olímpico Universitario.
Posteriormente, al abordar la unidad, llegaron hasta el cruce de Insurgentes y Periférico, frente al centro comercial Perisur, bajo el argumento de protestar contra los hechos que dieron lugar a la desaparición de 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, en Michoacán.
Los pasajeros y el conductor del medio de transporte abandonaron el mismo cuando se dieron cuenta de la actitud de las casi dos decenas de encapuchados.
Tras hacerse del control de la unidad, alrededor de las 19:00 horas comenzaron a lanzar bombas molotov a bordo de la unidad con número de identificación 323, mismas que distribuían al interior de éste para luego, desde fuera, lanzar más a la zona baja del camión articulado.
El conductor en aquel momento no pudo impedir la toma de la unidad, pues no contaba con los elementos de seguridad ni protección necesarios para tal efecto, por lo que dio cuenta a las autoridades.
Entonces, el Cuerpo de Bomberos de la UNAM acudió a tratar de sofocar el fuego, pero fueron impedidos por los encapuchados que habían iniciado el siniestro.
Minutos después de este altercado, elementos de la Policía capitalina hicieron acto de presencia para resguardar la zona e impedir mayores afectaciones.
La estación fue reparada en seis días, las autoridades previeron originalmente un tiempo de rehabilitación de un mes entero, con lo cual se afectó a miles de usuarios de la Línea 1.
(Tomado de http://www.razon.com.mx/spip.php?article322370 )